jueves, 19 de marzo de 2015

Algo más que un saludo

¿Alguien podría explicarme si existe alguna relación entre las formas de saludar de hace bastante siglos atrás y las de la actualidad?

Contestando a una de las preguntas que ha lanzado mi compañero Nicolás Di Fonzo, me gustaría explicar la relación entre las formas de saludar entre los siglos pasados y la actualidad, para ello, en primer lugar mostraré una reflexión de Lola García  en el blog elegancia 2.0:

No se conoce muy bien cuál es el origen del saludo, aunque se sabe que el gesto de estrechar las manos proviene de las tribus primitivas. Era una forma en la que los guerreros, para demostrar que deseaban mantener una relación cordial y que no portaban armas, mostraban sus manos como gesto de cordialidad y amistad. Así ofrecían una declaración de no agresión y acercamiento. En cualquier caso el saludo significa acercamiento, aproximación, y si este es franco y sincero, contribuye a propiciar una mejor relación y a que las personas se predispongan a tener un mejor día. A lo largo de la historia el saludo ha ido evolucionando, veamos cómo.

 En la cultura egipcia, las personas saludaban inclinando el cuerpo y bajando una mano hasta la rodilla en señal de respeto. Otra civilización, la judía, lo hacían con una inclinación de cabeza y un abrazo. En la griega se estrechaban la mano. Y por último, los romanos, ofrecían y apretaban el antebrazo.

La costumbre de besar la mano a las señoras comienza en el siglo XVII.

Hasta principios del siglo XIX, la mayoría de los saludos eran solemnes y rigurosos. El que saludaba a un superior se inclinaba hasta quedar en ángulo recto. Después se pasa a hacer una reverencia con la cabeza tras una breve inclinación y más adelante, se consideró suficiente descubrirse quitándose el sombrero.

El saludo es algo muy propio de la cultura y las costumbres de cada país, siendo una formula de cortesía y demostración de amabilidad y afecto. Corresponder a un saludo, ayer y hoy, tiene un gran valor simbólico. Su negación u omisión, es considerado como falta de delicadeza y mala educación, aunque también puede demostrar enfado e irritación.


Por lo tanto, todos estamos de acuerdo en que el saludo es una forma de mostrar amabilidad, afecto y educación, pero ¿Somos capaces de albergar otro tipo de sentimientos o emociones a través del saludo?

Desde mi punto de vista, el saludo es el gesto que más emociones o sentimientos expresa sin ser conscientes de ello, no tiene porque ser solo amabilidad y educación, sino que detrás de esto se esconde mucho más.
A lo largo de los siglos la forma de saludar ha evolucionado bastante y de una forma diferente en cada tipo de cultura puesto que no todos tenemos la misma percepción del saludo, es más, me atrevería a decir que el saludo no es cuestión del tipo de cultura que tengas, sino que es el producto de tu personalidad y del estado de animo que tengas en el acto, es decir, nunca saludaremos igual que ayer o hace un año. Esto se debe a las características y matices personales que tenemos, pero sobretodo a nuestro estado de ánimo. Pongámonos en la situación de que estamos enfadados y tenemos que saludar a una persona que no es santo de nuestra devoción y a un familiar al que estimamos mucho, está claro que saludaremos de manera diferente a uno que a otro, pero si saludamos a dos personas que no nos caen muy bien, ¿realizaremos el mismo saludo? La respuesta en este caso seguirá siendo que no, puesto que aunque a los dos les demos la mano, dos besos u otra forma de saludar, nuestro cuerpo siempre va a expresarse de forma diferente. Con esto quiero llegar a que el saludo siempre va acompañado de la expresión corporal, es decir, la forma de saludar es el lenguaje que nuestro cuerpo tiene para expresar todo lo que sentimos en un mero movimiento como es un apretón de manos, donde somos capaces de mostrar la seguridad en uno mismo, la presión, los nervios, etc.
 Pero, ¿Siempre saludamos de forma natural? Generalmente es una acción natural que realizamos, ya que cuando saludamos a alguien que no tenemos aprecio aunque intentemos que  sea un gesto de amabilidad, nuestro cuerpo y movimientos expresa otro tipo de emociones, pero esto no quiere decir que siempre sea así. Por otro lado, el saludo tiene tantas formas y matices que hay personas que lo trabajan para mostrar lo que ellos realmente quieren, es decir, que las personas se crean lo que el expresa con su cuerpo, y eso no es algo natural.
Este aspecto fue comentado con el profesor Kiko en clase, donde nos explico como por ejemplo los políticos trabajan ese aspecto, y a la hora de saludarse en público con otra persona muy importante se daban un apretón de manos y siempre uno intentaba quedar por encima del otro para intentar mostrar quien mandaba y quien tenía más poder, es decir, un gesto ensayado.
 

Como conclusión ante todo lo comentado anteriormente, el saludo es un gesto natural muy complejo y uno de los instrumentos que tenemos más efectivos para mostrar nuestro estado de ánimo, sentimientos y emociones, el cual también podemos trabajar.
Por último me gustaría lanzar una pregunta a mis compañeros: ¿Con que tipo de ejercicios trabajaríais para expresar la emoción que queráis en un momento determinado a través del saludo?

BIBLIOGRAFÍA

García, L. (2 de noviembre de 2012). Origen Y Evolución Del Arte De Saludar [Mensaje en un blog]. Recuperado de: http://www.eleganciadospuntocero.com/2012/11/origen-y-evolucion-del-arte-de-saludar/

1 comentario:

  1. Cristina, formatea tu entrada para que sea usable, esté pensada para los lectores en pantalla pues se hace de difícil lectura. Además amplía un poco más tus reflexiones, "a estas alturas del partido" de contenido se queda un poco pobre. Ven a hablar conmigo si no entiendes esto que te digo.

    Marta A.-

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