lunes, 13 de abril de 2015

Que expresamos y que no queremos expresar.


El cuerpo es un instrumento expresivo que informa constantemente sobre nuestro estado de ánimo, pensamientos, emociones,... todo esto lo percibe la gente que nos rodea, pudiendo dar una imagen o impresión buena o menos buena. Haciendo de esto un aspecto muy importante ya que va a condicionar muchas situaciones durante la vida.

Como ya sabemos le ley exige una serie de contenidos que se deben impartir en secundaria,  que desgraciadamente no se imparten de una manera suficientemente correcta en todos los centros, desde la docencia hay que conseguir que el alumno comprenda el valor que tiene el lenguaje no verbal y la expresión corporal, pero me voy a central en la importancia de la desinhibición ya que debe de ser una de las principales funciones educativas dentro de este contenido. Ya no solo nos referimos a la desinhibición desde la asignatura de educación física donde sean capaces de hacer danzas, coreografías y bailes siendo capaces de expresar algo a propósito sino a eliminar esa restricción de expresión emocional, pero ¿puede expresar a propósito una cierta emoción si no se siente de verdad? En el día a día se ve que si se puede solamente tenemos que ver la televisión, pero esto no se consigue solamente con la intención.


Por medio del movimiento, gestos y posturas se pueden ocultar en momentos puntuales el estado anímico, pero esto sin una buena desinhibición puede convertirse en un caos. Tu cabeza piensa y quiere expresar aquello que realmente no sientes en ese momento, pero si a esto le añadimos una mala o incompleta desinhibición lleva a realizar mal interpretación, la comunicación no verbal no tendrá fluidez, ritmo, estética,… dejando a medias aquello que se quiere expresar, en cambio con una buena desinhibición y un buen conocimiento del propio esquema e imagen corporal que lleve a realizar los movimientos con unas características determinadas y un gran esfuerzo mental si se puede expresar una emoción aunque en su propio interior haya una emoción contraria. La inhibición o restricción puede llevar a un cierto miedo o terror de la persona por no querer expresar cuál es su estado emocional real, pero se termina expresando de manera inconsciente los gesto expresivos que se hagan para intentar simular un cierto estado anímico falso irán cargados de la información emocional real.

2 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. Sergio, estupendo que explores la desinhibición pero te recomendaría que leyeras sobre la misma para aprender más y también que propusieras actividades para su trabajo.

    Marta A.-

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