.
En mi entrada al blog me gustaría hablar sobre una
disciplina que se conoce como teatro de
sombras, es una modalidad de teatro en la cual, con muy poco se puede expresar
muchísimo. Sobre este tema he visto que ya se ha tratado algo en alguno de los
otros grupos de clase, pero a mí me gustaría llevármelo al aula, ya que puede
ser un proyecto interesante para realizar en las sesiones de los colegios e
institutos en la parte de expresión corporal.
Para organizar esta actividad tan solo se necesitan unos
focos, una pantalla en la que reflejar las sombras (puede ser una sábana blanca
bien estirada), cualquier material que simule un objeto real que se introduzca
en la historia (lo pueden realizar los alumnos con material reciclado) y los personajes,
los cuales no tienen que expresarse con el lenguaje oral o hablado que les
puede dar vergüenza ante el público. Además, para referirnos a los intérpretes,
como afirma García Gómez (2009) un gran aliciente de la práctica del teatro de
sombras es que el lenguaje utilizado en ella, no son necesarias las palabras,
por lo que el niño debe dar la intención comunicativa a las formas, a su
movimiento, al gesto, a la música que realice a la hora de representar, para
conseguir trasmitir un estado de ánimo, una situación comunicativa o un
sentimiento.
En cuanto al público, la persona que está viendo la
representación de la historia crea su propia fantasía mentalmente, por lo que la actuación tendrá muchos puntos
de vista con respecto a la historia contada por los alumnos.
El papel
del profesor para realizar esta
actividad debe tener un aspecto muy animador y sobretodo muy motivador que haga
sacar a los alumnos toda esa creatividad que los caracteriza, debe ser muy
paciente y enseñarle a jugar con los tamaños de las luces y los objetos a reflejar.
“El
teatro de sombras en la escuela se convierte en un recurso didáctico de primer
orden para potenciar un aprendizaje integrado y vivenciado, por tanto el
profesor es imprescindible en lo que se refiere a la escuela infantil y ciclo
inicial ya que éste puede crear diversos rincones o centro de interés con
relación al teatro de sombras, éste juego permite al niño un acercamiento
totalmente espontáneo al mundo de las sombras.” Latorre (2003)
En conclusión, me parece una forma de inculcar la expresión corporal
en el colegio tan fácil y sencilla que con un poco de interés del docente se
puede llegar a conseguir grandes éxitos. Por ello, creo que se debería trabajar
más este aspecto en la base de la enseñanza, ya que luego al ir avanzando en
las diferentes etapas, tanto los profesores como los alumnos van dejando de
lado por diferentes motivos y no se explora este mundo tan divertido y
conocimiento de nuestro cuerpo como es la expresión corporal.
BIBLIOGRAFIA:
- Latorre, A (2003). La investigación-acción. Barcelona: Grao.
- Recuperado el 1 de Abril de 2015 de: http://www.eumed.net/rev/cccss/06/amgg2.htm